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Impétigo en niños y adultos: síntomas, causas, prevención y contagio

Impétigo: síntomas, causas y prevención en niños y adultos

El impétigo es una de las infecciones cutáneas más frecuentes en la infancia. Aunque puede aparecer a cualquier edad, preocupa especialmente a los padres porque se trata de una infección contagiosa que suele manifestarse con llagas, ampollas o costras en la piel de los más pequeños. Desde la práctica clínica, observamos con frecuencia la inquietud que genera en las familias cuando aparece de forma repentina.

En mi experiencia atendiendo a niños con impétigo, es habitual que los padres lleguen con mucha ansiedad al ver manchas rojizas alrededor de la boca o la nariz, temiendo que sea algo grave. Es importante transmitirles calma y explicar que, aunque genera preocupación, se trata de una infección superficial que con el manejo adecuado evoluciona favorablemente.

¿Qué es el impétigo y por qué aparece?

El impétigo es una infección bacteriana superficial de la piel causada principalmente por dos bacterias: Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes. Su contagio es fácil y ocurre por contacto directo con la piel infectada o con objetos contaminados como toallas, ropa de cama o juguetes.

¿Quiénes tienen mayor riesgo de contagio?

  • Niños pequeños, especialmente entre los 2 y los 6 años
  • Personas con heridas, picaduras o rasguños en la piel
  • Poblaciones en contacto estrecho, como escuelas, guarderías o actividades deportivas

Síntomas del impétigo: cómo reconocerlo a tiempo

El cuadro clínico varía según el tipo de impétigo, pero los signos más comunes son:

  • Llagas rojas que se rompen con facilidad
  • Ampollas llenas de líquido que al secarse forman costras amarillentas
  • Picazón o leve dolor en la zona afectada

Impétigo en niños: señales de alerta para padres

En la consulta pediátrica es común ver que los padres confunden las primeras lesiones con simples irritaciones. Sin embargo, el impétigo tiende a extenderse con rapidez, lo que ayuda a diferenciarlo de otras erupciones. La localización más frecuente es alrededor de la nariz, la boca, en brazos y piernas.

Diferencia entre impétigo y otras infecciones de la piel

  • Herpes simple: ampollas más dolorosas, localizadas y recurrentes
  • Eczema: lesiones crónicas no contagiosas
  • Varicela: erupción generalizada acompañada de fiebre

¿Es el impétigo contagioso? Formas de transmisión

El impétigo es altamente contagioso hasta que se inicia el manejo médico adecuado. El contagio ocurre por contacto piel con piel y por el uso compartido de objetos contaminados.

Contagio en colegios y guarderías

En entornos escolares, la infección puede propagarse rápidamente. Por esta razón, se recomienda que los niños permanezcan en casa al inicio del tratamiento, hasta que la posibilidad de contagio disminuya.

¿Qué precauciones tomar en casa?

  • Lavar las manos de manera frecuente, especialmente después de tocar la piel afectada
  • Evitar compartir toallas, ropa o juguetes con el niño infectado
  • Mantener las uñas cortas para reducir el rascado y la propagación

Prevención: cómo reducir el riesgo de impétigo

Medidas de higiene en el hogar

  • Enseñar a los niños a lavarse las manos con frecuencia
  • Limpiar y cubrir pequeñas heridas, picaduras o cortes en la piel

Recomendaciones para actividades escolares y deportivas

  • Evitar que los niños compartan objetos de uso personal como gorros o toallas
  • Informar al colegio en caso de diagnóstico de impétigo para prevenir brotes

Posibles complicaciones del impétigo

El impétigo en la mayoría de los casos es benigno, pero si no se controla puede derivar en complicaciones como:

  • Celulitis: infección más profunda de la piel
  • Ectima: lesiones ulceradas más graves
  • En raras ocasiones, complicaciones renales

Conclusión: un problema común pero tratable

Desde la perspectiva médica, el impétigo es una infección frecuente en la infancia y motivo habitual de consulta. Aunque genera inquietud en los padres por su aspecto y carácter contagioso, la realidad es que con medidas de higiene, prevención y el manejo clínico indicado, la evolución es favorable y sin secuelas. La clave está en reconocer los síntomas a tiempo y actuar con responsabilidad para evitar la propagación.

Preguntas frecuentes sobre el impétigo

¿El impétigo se cura solo?
No, requiere supervisión médica para asegurar una recuperación adecuada.

¿Cuánto tarda en mejorar?
Con el manejo correcto, las lesiones suelen mejorar en 7 a 10 días.

¿Cómo prevenirlo en casa?
Con medidas básicas de higiene, cuidado de heridas y evitando compartir objetos personales.

¿Cuándo consultar al médico?
Siempre que las lesiones se extiendan, haya fiebre o el paciente sea un niño pequeño.

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